¿Que es el Belenismo?

.- El Belenismo es un hobby, una tradición, un arte ó una expresión a escala que permite explotar tu fe,
ingenio y creatividad artística.

Entra en el apasionante mundo del Belenismo.

Es el arte efímero de representar y transmitir el mensaje de la Navidad, por medio de un montaje compositivo, usando diversas técnicas artísticas.

Definición de Belenista:
.- Es aquella persona que disfruta viviendo y participando en el Belén.
Si tiene la intención de montar un belén,recuerde que la construcción debe estar guiada por el buen gusto y una mano genial, ligera y amable.

Evite infantilísmos y banalidades.

No debe olvidar que la preparación del belén tiene un gran significado religioso y artístico.
*******CREER ES CREAR*******************


"Un Maestro Belenista se caracteriza por dar a conocer lo que sabe, no por la cantidad de galardones obtenidos en los concursos de nacimientos..."


Fuentes: Foro Belenismo

viernes, 25 de diciembre de 2009

Mi amigo Esteban dice:

Esteban Santana, amante de las tradiciones y de sus cambios sociales, nos ha regalado este escrito sobre La Navidad y los Reyes más lejanos, esa que poco tiene que ver con la de hoy, presidida por el consumismo y el derroche. El amigo Esteban, al igual que el año pasado, nos relata una época que en el fondo es su forma de desearnos a todos unas felices fiestas. Para situar al lector en los pagos que cita Esteban hay que precisar que Tamaracie es su feudo.


La Navidad de hace cincuenta o sesenta años se celebraba de manera muy diferente de la de ahora. Me decía un vecino que parecía que no era Navidad, y estoy muy de acuerdo con él porque lo que nos está pasando es que nos volcamos tanto en las compras, los papás noel y los reyes magos que nos olvidamos de “vivir” realmente la verdadera navidad. Antes la navidad se caracterizaba porque se cantaban villancicos, se realizaban comedias y como no, la “misa del gallo” a las 12 de la noche como estaba mandado. Desde un día antes se preparaban las truchas, cuando se podía, y la alegría era enorme por poder echarse algo a la boca.Todo era diferente a lo de ahora ya que no había turrones que eran sustituidos por “pellas de gofio”. Lo normal en los pueblos era criar un baifito o un cochinito durante unos meses y matarlo por navidad, la única época,casi, en que se podía comer carne. Todavía recuerdo a mi madre cuando nos mandaba a la panadería de Domingo a que nos asara una pata de cochino en los hornos de leña.



Y qué decir del fin de año. Los niños de hoy en día piensan que lo de las campanadas y las uvas ha sido siempre. Cuan equivocados están ya que cuándo llegaba el fin de año, era un día normal que no se solía celebrar. Con el paso del tiempo se empezarona hacer fiestas de fin de año en las Sociedades de Recreo y siempre que fueses mayor de 18 años, podías ir, ya que si eras menor no te dejaban pasar. Fefina pasaba esas horas asomada a la ventana de casa de su hermana en la carretera, viendo a la gente que entraba y salía de la Sociedad ya que no la dejaban entrar porque era para la gente más “pudiente” y ella se consolaba viendo a la gente entrar y salir.



Y si nos contaran nuestros mayores la noche de Reyes de antes, casi que nos parece de película de ficción. La gente era feliz cuando le ponían una bolsita con pasas, chufas y otras cosas porque era gente pobre y no tenían para más. Al acabar la Guerra Civil y cuando España no había salido del bache económico, nos decía Manuel que le “echaban” un pantalón y una blusa ya que el dinero no se lo podían gastar en juguetes.

También el día de Reyes había distinción entre los niños de la Carretera y los de la Montañeta ya que los primeros alcanzaban a tener una patineta o bicicleta mientras que los otros, como mucho, alcanzaban golosinas, una muñeca de trapo o una “rasqueta”, de esas que dan vueltas y hacen ruido y con la que se recorría toda la Montañeta.

El niño de esta época esperaba el día de reyes con ilusión, aunque esta ilusión se transformaba en decepción y lágrimas al ver que otros tenían regalos y a él no le llegaba nada. Pero juguetes tenían todo el año, carretones, tiraderas, trompos y boliches. Había un señor, Agustín Núñez, “el abuelo”, que tenía al pueblo surtido de carretones que tenían chasis, guardabarros de lata, dirección, etc. y estaba preparado para las carreras.

El balón era otro de los juguetes preferidos para jugar en la plaza, la carretera o alguno de los muchos estanques de lo pueblos de nuestra isla. Aprovechando los charcos hacían barcos de lata al que le ponían una vela o el tronco de una palma. También se usaba el “caballito” que consistía en una caña con un hilo al que llevaban atado; muchos se deban un par de “tortas en el culo” y salía corriendo. Para frenar imitaban un relincho y hasta dejaban el caballo amarrado…

De todos modos, la ilusión siempre estaba presente, los zapatos nunca dejaban de ponerse, aún a sabiendas que los Reyes no “pasaban”. Era una época en que no se “pedía” sino que se recibía con alegría lo poco que les llegaba.

Recordar la Navidad de antes es realmente “vivir” la Navidad, porque, si quieren que le diga la verdad, antes no tenían nada y valoraban lo poco, hoy tenemos de todo y no valoramos nada.

Feliz Navidad y Próspero 2010 a todos los amigos de este blog.




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