Desde siglos, los cristianos han sentido la necesidad de representar plásticamente el nacimiento de Jesús. Entrando al fondo de una de las galerías de las catacumbas de Santa Priscila (Roma), podemos ver en el techo de una de las veneradas tumbas, una pintura sobre estuco parcialmente caído, donde esta representado el Buen Pastor. La imagen de Cristo en un jardín de árboles con flores rojas y verdes. Y al extremo derecho de la pintura hay una imagen de la Virgen con el Niño en brazos, junto a ellos el profeta Isaías vestido con túnica señala una estrella, haciendo alusión a la profecía (*) de Balaam: “una estrella saldrá de Jacob, y un Rey surgirá de Israel”.
Pintura de Santa Priscila
El estilo del fresco y su localización (en una de las áreas mas antiguas del cementerio), contribuyen a datar la imagen a finales del siglo II.
(*) Profecía de Balaam:"Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set. Edom será una posesión; también será una posesión Seir, su enemigo; mientras que Israel se conducirá con valor. De Jacob saldrá El que tendrá dominio, y destruirá al remanente de la ciudad."
(Números 24:17-19)
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